Cómo escribir textos correctos.

Motivos para despedirte de las faltas de ortografía y herramientas para dejar de poner excusas

En realidad no deberían hacer falta motivos para dejar de escribir textos con errores ortográficos y gramaticales. Debería bastar con pensar “que lo bien hecho, bien hecho está” o que las faltas hacen feo.

Sin embargo, a menudo me encuentro con textos en internet plagados de faltas. Que si una tilde, que si una b por una v, que si una h que se ha perdido. Por no hablar de las frases mal construidas que hacen que la lectura sea difícil y pesada, y que además, se pierda el mensaje entre interminables oraciones llenas de comas y nexos y condicionales y subordinadas y subsubordinadas. 

Cuando digo que me encuentro faltas de ortografía no me refiero a que las leo en una conversación de WhatsApp o en el perfil personal de Facebook de un amigo. Me refiero a que las veo también en páginas web, blogs, en portadas de ebooks y redes sociales de negocios. Y ahí ya la cosa cambia y mucho, pues es la imagen de la marca la que está en juego.

Los textos de tu web no son un mero relleno para un diseño bonito. Son uno de los elementos que determinará que una persona confíe o no en tu marca.

Capitulo, que cuando debería ser qué, minúscula después de punto, mas cuando debería ser más, mi cuando debería ser mí… ¿Y por una tilde me voy a poner así? Pues sí, porque una tilde cambia el significado de la palabra y dificulta la comprensión de la frase si no está en su sitio.  Estos son ejemplos reales encontrados en textos en internet.

Algún error se nos puede pasar a cualquiera que para eso somos personas. La credibilidad se ve afectada cuando los errores se repiten en una web. Y la solución está en poner un poco de atención.

Motivos para despedirte de las faltas de ortografía en los textos de tu negocio (y si es en todos mejor)

Las faltas de ortografía perjudican la legibilidad de tus textos (Sí, el palabro legibilidad existe).

Quiere decir que si un texto contiene faltas ortográficas y errores gramaticales a tus lectores les costará más trabajo entenderlo. Por lo mismo a lo que me refería en la introducción hablando de las tildes. El significado de una frase cambia o se pierde si no está bien escrita.

Ejemplo inventado:

  • Tu texto conectará mejor con tu audiencia si está bien escrito.
  • Tu texto conectara mejor con tú audiencia sí esta bien escrito.
Un texto bien escrito es más agradable de leer.

Este motivo va en la línea del anterior. Se podría decir que es el mismo pero al revés. Pero añadiré que si además de escribir un texto sin faltas ofreces contenido valor o cuentas una historia interesante conseguirás que tu audiencia disfrute de la lectura. Y eso quiere decir que te recordará con más facilidad y que estará a dispuesta a volver a tu web en busca más. Te ayudará a conseguir una comunidad de lectores y de lectoras fieles y contentas.

Las faltas de ortografía dañan la imagen de tu marca.

Está claro. Leer un texto mal escrito da sensación de dejadez y de despreocupación. Imagina un negocio que vende servicios, por ejemplo (este ejemplo también es inventado), de organización de eventos. El mensaje principal de su web hace referencia a su gran valor diferencial: Cuidan hasta el último de los detalles. Pero mira tú por dónde, que en los textos de su web has detectado ya cuatro faltas de ortografía solo en la home. ¿No te hace plantearte algo? ¿En serio cuidas hasta el último detalle si no te has parado a revisar el copy de tu propia web? Uy, uy, mala espina.

Pues eso, la sensación de dejadez y de despreocupación se traduce en desconfianza. Y ya sabes, porque si lees blogs sobre marketing digital y ventas seguro que lo sabes, que sin confianza no hay venta.

Herramientas para dejar de poner excusas

Si te he convencido de que las faltas de ortografía y gramática no tienen cabida en tus textos sigue leyendo. Existen herramientas que nos ayudan a evitarlas. Y ahora sí te dejo mi lista de recursos para conseguir textos correctos:

El diccionario. 

Obvio, ¿no? El de toda la vida, ese libro gordo que está lleno de palabras por orden alfabético acompañadas por su significado. Es la herramienta básica, la que te permite averiguar si una palabra está bien escrita y si su significado encaja en el contexto de la frase.

Vale, puede que a veces nos dé pereza utilizarlo pero puedes elegir, en versión libro gordo siempre a mano en el escritorio o en versión online siempre a mano en la lista de favoritos.

Diccionario de la lengua española.

El de la Real Academia Española (RAE) en su versión online. Me parece una herramienta sencilla y útil. Es fácil de utilizar, solo tienes que introducir la palabra y hacer la consulta para conocer el significado.

El corrector de tu procesador de texto.

Obvio también. Pero ojo, que los correctores no son infalibles y a veces hacen lo que les da la gana (fíjate que el mío no me dejaba escribir “palabro”). Pasarlo después de escribir un texto sí, es recomendable. Porque de primeras detectará algunas faltas y, sobre todo, errores que se producen al escribir deprisa y teclear mal una palabra. De este ttipo.

Pero una revisión personal es imprescindible. Y para ello una recomendación: No la hagas justo después de terminar el texto porque te costará ver los fallos. Deja que el texto repose al menos unas horas antes de la corrección y si es un día mejor. 

Diccionario panhispánico de dudas.

También de la RAE. Sirve para consultar dudas lingüísticas: ortográficas, léxicas y gramaticales. Por ejemplo, dudas sobre conjugaciones verbales, uso de la tilde, uso de signos ortográficos, y un sinfín de -ismos (laísmos, loísmos, leísmos, dequeísmos, neologismos, extranjerismos…).

WordReference.com.

Un diccionario online un tanto ágil que utilizo con frecuencia por ser un “todo en uno” rápido y eficaz. Te da el significado de la palabra, sinónimos, antónimos, traducción a varios idiomas y, además, te muestra entradas relacionadas en las que aparece el término buscado.

Fundeu.

La web de la Fundación del Español Urgente es una de mis favoritas y por eso la he dejado para el final. En su blog se aclaran dudas comunes sobre el uso de palabras y expresiones. Lo hacen de forma amena y con ejemplos. O sea, que lo comprendes sí o sí.

Suelen escribir artículos sobre el uso correcto de la lengua en relación a temas de actualidad. Lo mismo te despejan las dudas sobre cómo se escribe “zombi” que te hacen un repaso a los errores más comunes al hablar de las elecciones de turno.

Si pones cara rara cuando lees términos como millennial, mindfulness, roaming y otros tantos que nos encontramos a diario, estupendo. La Fundeu te va a gustar. Insiste muchísimo en buscar alternativas a los extranjerismos. Y si no pones cara rara, estupendo también, porque así podrás averiguar lo que significan.

Y además, les puedes realizar consultas con dudas a través de su web y se encargan de resolverlas. 

Conclusión

Un texto bien escrito es más agradable de leer. Genera más confianza y hace que una web parezca más profesional. Evitar las faltas de ortografía y gramática es sencillo. Hay herramientas que nos facilitan la vida en este asunto. Y es cuestión de poner un poco de intención y de atención.

Y tú, ¿me cuentas tu truco para evitar faltas de ortografía en tus textos? Te espero en los comentarios.

14 Comentarios
  • Conchi
    Publicado en 11:51h, 03 noviembre Responder

    Hola Cristina,

    Totalmente de acuerdo en todo lo que has dicho. Yo, será por “deformación” profesional, que me fijo muchísimo en estos aspectos. Y coincido contigo en que un blog mal escrito, tiene el 99% de posibilidades de perder lectores a manos llenas.

    La persona que pasa su precioso tiempo leyendo un post, lo hace entre otras cosas para prender o entretenerse, pero es casi imposible conseguirlo, si tienes que estar parando a cada rato tu lectura, para tratar de entender qué quiso decir el autor.

    Sé que no todo el mundo comparte mi obsesión por estos temas, pero me agradó leer el artículo y comprobar que no estoy tan mal. Al menos, aún quedan personas que se preocupan por su imagen y la de su marca, e incluso contratan los servicios de correctores, cuando creen que no pueden escribir correctamente. Supongo que el “problema” reside en que muchas personas piensan que, por saber hablar, ya saben escribir igual y expresarse por escrito u oralmente son habilidades distintas.

    Gracias, Cristina. Un saludo enorme.

    • Cristina Llorente
      Publicado en 13:43h, 03 noviembre Responder

      Hola Conchi,

      ¡Qué bien! Compartimos obsesión. La deformación profesional tiene mucho que ver, claro. Hay gente que ni se percata igual que yo no me percataría de una avería en el coche por un ruidito del motor.

      Lo que pasa es que muchas veces, tener faltas de ortografía da sensación de despreocupación. Porque dar un repaso al texto tampoco cuesta tanto. Y en la web o el blog, los textos son la conversación con el posible cliente . Y la imagen de la marca es la que se ve afectada si no se habla de forma correcta. Si entrásemos a una tienda y la persona que nos atendiese dejase las frases a medias o se fuese por ramas con un discurso incomprensible seguro que nos iríamos sin comprar. Y lo mismo puede pasar en internet con la palabra escrita.

      Gracias por tu comentario. Un abrazo.

  • Yolanda
    Publicado en 19:36h, 03 noviembre Responder

    Hola!

    Excelente, post! Es muy desagradable para el lector ver ciertas faltas ortográficas, y más cuando vienen de una marca como bien dices. También es humano equivocarse y hay faltas y faltas. En mi caso las que me menos me molestan son las comas o ciertas tildes, pero ya cuando se ve una “v” cuando tiene que ser “b” por poner un ejemplo, es “cruel a la vista”.

    Un abrazo, afectuoso.

  • Cristina Llorente
    Publicado en 21:01h, 03 noviembre Responder

    Hola Yolanda,

    Gracias por tu comentario. Claro, equivocarse es humano. El problema está cuando es algo constante y el texto pierde calidad y significado. Además, todo se puede aprender y mejorar.

    Un abrazo.

  • ADELA EMILIA GOMEZ AYALA
    Publicado en 06:21h, 04 noviembre Responder

    Tienes toda la razón.

    A mi me pasa, que cuando intento buscar algún contenido de valor para ofrecerlo a mis seguidores en las redes sociales, encuentro cosas que están bien, pero con cada falta de ortografía, que al leerla parece como si te dieran un puñetazo en el ojo.

    Automáticamente digo, pues no. Si les envío esto, parecerá que ni yo misma soy capaz de detectar esos fallos. Finalmente opto por no enviarlo. Y me da coraje, pues digo, con lo bueno que es este contenido, si estuviese bien escrito, sería genial!!!

    Gracias por tu post.

    • Cristina Llorente
      Publicado en 07:18h, 04 noviembre Responder

      Hola Adela,

      A mí me pasa algo parecido. A veces dejo de leer un texto por las faltas. Sobre todo me choca verlas en algunas páginas web que por su temática deberían tenerlas aún más en cuenta. Por eso la finalidad de este post era facilitar herramientas al alcance de cualquiera.

      Un abrazo y gracias por tu comentario.

  • Marian Ruiz
    Publicado en 08:40h, 10 noviembre Responder

    ¡Hola Cristina!

    Aquí, otra adicta a los textos bien escritos. Una narración con errores, sea del tipo que sea, me mata, me genera desconfianza, me distrae, me saca del tema, y hasta dejo de compartir artículos por razones de mala ortografía. Me pasa como a Adela: pienso que pueden hablar mal de mí. Ante un texto escrito correctamente, con buen manejo del lenguaje, buen ritmo y estilo, tolero sin problema lo que detecto como desliz (no se me hace difícil). No se trata de perfección, no, sino de interés; no se trata de no cometer errores, sino de releer lo escrito, consultar las dudas, cerciorarse…, (de interés; ya lo he dicho, ya lo han dicho otras compañeras). Entonces el error tiene su disculpa, ¡cómo no!

    ¡Encantada de compartir obsesión, chicas! Y gracias, Cristina, por tu post. Un abrazo.

    • Cristina Llorente
      Publicado en 09:44h, 10 noviembre Responder

      ¡Encantada yo también Marian! Bienvenida al club. Si seguimos así tendremos que crear una comunidad de amantes de la buena letra.

      Como dices es cuestión de interés. Y, además, todo se puede aprender.

      Un abrazo.

  • Cristina
    Publicado en 22:35h, 12 noviembre Responder

    Ains Cristina, ¡que razón tienes! Que importante es prestar atención a las faltas. A mí por ahí se me escapan algunas alguna vez también. O hago errores por influencia del inglés que lo uso todo el tiempo. Lo peor es cuando tienes tu texto delante de tus narices y nos ves las erratillas tontas por más que mires (y encima el corrector ni las detecta) :O Un saludo, Cristina

    • Cristina Llorente
      Publicado en 06:10h, 13 noviembre Responder

      Hola Cristina,

      En realidad a todos se nos pasa algún error. Es normal. A lo que me refiero en el post es a textos en los que las faltas están por todas partes y se nota que no es un error que se ha pasado sino una costumbre.

      Lo que comentas de tener el texto delante de tus narices y no ver las erratillas también es normal. No sé cuál es la explicación si la hay. Pero cuando corregimos un texto escrito por nosotras mismas es más fácil que se nos pasen las faltas. Sobre todo si lees el texto para corregirlo nada más terminar de escribirlo es probable que no veas ni una. Por eso es mejor dejar reposar el texto antes de corregirlo. Al día siguiente verás los fallos con más claridad.

      Un saludo.

  • María
    Publicado en 09:06h, 17 septiembre Responder

    ¡Bien hecho, Cristina! Ahora ya veo que no estoy tan sola en mi cruzada por conseguir textos y manuscritos libres de faltas. Si los escritores (de la clase que sean, autores o redactores web) se dieran cuenta de las consecuencias que tienen sus faltas de ortografía en términos de claridad expositiva, comprensión y, sobre todo, prestigio, imagen y reputación, acudirían al diccionario con mucha más frecuencia, ¿verdad?

    Además de todas las que citas (y mi favorita sigue siendo el diccionario “gordo” en papel) yo tengo instalado Grammarly, una extensión de Chrome, un corrector ortográfico que uso como “corrector de respaldo”. No es ciento por ciento eficaz en español (originalmente es un corrector para inglés), pero es bastante útil y da una “segunda opinión”, evitando deslices cuando se escribe, como yo, muy rápido.

    • Cristina Llorente
      Publicado en 07:48h, 18 septiembre Responder

      Hola María,

      Claro que no estás sola en esa cruzada. Gracias por compartir otra herramienta más. La conocía pero pensaba que solo tenía versión en inglés así que ahora toca probarla.

      Un abrazo.

  • Luna Lovegood
    Publicado en 23:19h, 09 enero Responder

    ” ¿En serio cuidas hasta el último detalle si no te has parado ha revisar el copy de tu propia web? Uy, uy, mala espina.” Encontré una falta ortográfica en esta oración y está en tu texto.

    • Cristina Llorente
      Publicado en 05:36h, 12 enero Responder

      Y además muy gorda Luna. Gracias por avisar. Nadie es perfecto y a todos se nos puede pasar alguna. Hay una gran diferencia entre que un error se pase y que el texto esté claramente descuidado.

      Un abrazo.

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