Copywriting: los cuatro ingredientes de tu negocio para conseguir un mensaje contundente.

Cuatro ingredientes de tu negocio para conseguir un mensaje contundente

A veces nos invade la prisa. Tenemos en la cabeza nuestra idea de negocio y queremos que todo el mundo la conozca lo antes posible. Abrimos un perfil en Twitter y otro en Instagram, creamos una página en Facebook y comenzamos a escribir un blog.

Empezamos a compartir contenido sobre lo que hacemos o lo que vendemos. Pero si lo hacemos sin una planificación previa corremos el riesgo de que nuestro mensaje pierda efectividad y de que nuestra web no esté preparada para convertir visitas en clientes.

O lo contrario. Queremos que todo esté perfecto antes de empezar a comunicar y nos bloqueamos. No conseguimos encontrar una imagen visual que nos convenza, ni las palabras para definir nuestro negocio, ni el mensaje adecuado. Pero puede que se deba a que en realidad no tenemos la respuesta a las cuatro preguntas que sustentan el proyecto y condicionan la comunicación.

Lo ideal es pararse a pensar cómo conseguir un mensaje eficaz para nuestro negocio pero sin dejar que esa tarea nos paralice y nos impida seguir avanzando.

El camino para empezar a comunicar de forma efectiva empieza con una idea de negocio sólida, bien definida y en la que no pueden faltar estos cuatro ingredientes básicos.

Las cuatro ideas que debes tener claras sobre tu negocio antes de empezar a comunicar para conseguir un mensaje eficaz

El producto o el servicio: Qué haces y/o qué vendes.

Es posible sea la que parece más obvia de todas pero no lo es tanto. Porque no me refiero a algo tan sencillo como decir vendo churros o soy psicóloga. Me refiero a conocer al detalle qué beneficios ofrecen o qué problemas resuelven tus productos o tus servicios a las personas que los van a comprar. Porque ese será el argumento para tu mensaje de venta, tu página web y todas tus acciones de comunicación.

Si eres psicóloga no se trata de decir solo que tus servicios ayudan a otras personas a sentirse mejor. Sino de explicar cómo ayudarán a esas personas a resolver un problema en concreto que tienen y por qué la resolución de ese problema les ayudará a sentirse mejor.

La diferencia: Cuál es el valor de lo que haces y/o vendes.

O la gran pregunta: qué hay en tu producto o servicio que lo hace diferente a los demás. La respuesta a esta pregunta puede entrañar mayor o menor complicación en función del tipo de producto que vendas o servicio que prestes.

Puede que en algunos casos sea muy evidente porque hemos encontrado un producto o un servicio que justo resuelve una necesidad que estaba sin cubrir en el mercado. Por ejemplo, vendemos churros dietéticos beneficiosos para el colesterol gracias a su fórmula única a partir de ingredientes saludables.

En otros casos, puede que el mercado esté saturado de servicios similares a los tuyos y te parezca complicado encontrar la diferencia. Sin embargo, todas las personas somos diferentes y todas las marcas lo son también. Esa diferencia puede estar ahí o puedes crearla. Tu propuesta de valor puede estar en una característica del producto o del servicio, en tu forma de hacer las cosas, en tu estilo. Si la conoces  desde el principio tus mensajes tomarán una misma dirección y serán más claros, concisos, directos y consistentes. 

El cliente: Para quién lo haces y/o a quién se lo vendes.

Y no vale decir vendo churros a todas las personas a las que les gusten los churros.  Es necesario concretar y conocer a fondo al cliente ideal al que se dirigen tus productos y al que se dirigirán en consecuencia tus mensajes.

El cliente ideal es la persona que te comprará y de ella debes conocer:

  • El problema o la necesidad que tiene y que tus productos o servicios pueden resolver.
  • Qué es lo que le preocupa sobre ese problema o necesidad.
  • Qué beneficios espera obtener al comprar tu producto o contratar tus servicios.
  • Cómo se siente ahora y cómo se sentirá después de comprar tu producto o disfrutar de tu servicio.

Concreta más todavía. Ponle cara, nombre, imagina su situación en relación a la necesidad de tus productos o tus servicios y cuéntale lo que pueden hacer por esa persona.

Responder a estas preguntas te ayudará conocer a la persona a la que te dirigirás tus mensajes, identificarte con ella, entenderla y, por lo tanto, poder ofrecerle la solución que necesita. Así podrás enfocar tu comunicación a las personas adecuadas y hablar su mismo idioma.

La personalidad: Cómo quieres que te perciban.

La imagen que quieres mostrar y la que tus clientes percibirán está determinada por el estilo de tu  marca. Si mantienes un mismo estilo en todas tus acciones conseguirás una marca consistente, reconocible y diferente a las demás.

Cuando hayas definido los tres primeros puntos establece también el estilo de tu marca. Otórgale una personalidad; unos valores; y un tono de voz. Traslada esa personalidad a tu comunicación tanto visual como escrita. De este modo, tu marca será reconocible en las imágenes, en los textos de tu web; en los textos de tu blog; y en cada palabra que escribas.

La investigación y planificación previas al lanzamiento de tu negocio te ayudarán a conseguir un mensaje contundente y una web eficaz.

El trabajo previo de investigación y planificación antes de lanzar tu negocio te ayudará a ponerte manos a la obra con las ideas claras. Y eso se traduce en un mensaje contundente y una web eficaz.

Definir lo que haces, para quién lo haces, su valor y el estilo de tu marca te permitirá:

  • Diseñar acciones de comunicación en la dirección correcta hacia tus objetivos.
  • Elaborar un mensaje claro y contundente basado en tu propuesta de valor.
  • Elegir las plataformas adecuadas para darte a conocer.
  • Diferenciarte y atraer al público adecuado.
  • Tener una web pensada para apoyar los objetivos de tu negocio.

Puede parecer obvio decir que antes de lanzar un negocio hay que responder al qué haces, para quién lo haces, cuál es su valor y cuál es el estilo de tu marca. Pero me refiero a tenerlo claro de verdad antes de empezar con la comunicación.

Piensa si en tu caso están del todo claras estas cuatro ideas y si no es así, piensa en pararte a pensar en ello. Porque verás que después de hacer el ejercicio las palabras para definir tu negocio surgirán con más fluidez y la imagen que quieres transmitir sobre tu marca se irá dibujando en tu mente y después en la de tus clientes.

4 Comentarios
  • Conchi
    Publicado en 17:58h, 20 octubre Responder

    Hola Cristina,

    En el mundo online, casi todos los sectores están bastante saturados y muchas personas ofreciendo los mismos servicios, por eso me gusta que plantees el punto dos como indispensable para crear un mensaje potente. En realidad, estoy segura de que todos tenemos algo que nos hace únicos y que podemos aprender a explotar, cosa que hasta ahora, no muchos hacemos: nuestra historia.

    Lo que te ha llevado a ti a crear ese proyecto, los obstáculos que has pasado, cómo han sido tus inicios, a qué te has enfrentado, cuál es tu personalidad y cómo la reflejas a través de tu marca. Todos estos aspectos son los que sabiendo dónde y cómo potenciar, te pueden ayudar a crear un concepto único por el que tus posibles clientes te recuerden y se quieran quedar contigo y no con cualquier otro.

    Un artículo muy bueno para empezar a construir la base de todo lo demás: un mensaje potente que cautive.

    Un saludo.

  • Cristina Llorente
    Publicado en 19:57h, 20 octubre Responder

    Hola Conchi,

    Gracias por tu aportación.

    Es cierto que el mercado está saturado y, a veces, es difícil encontrar esa diferencia. Pero como dices, la historia propia es un as bajo la manga. Y el storytelling la herramienta para transformarla un valor para la marca.

    Un saludo.

  • ADELA EMILIA GOMEZ AYALA
    Publicado en 06:39h, 22 octubre Responder

    Hola Cristina.

    Tienes razón en todo lo que dices. Sin embargo, cuesta tanto mirarse y ver qué me hace especial a mi frente a mi vecino!!!!!!!

    Buen post!!!!!

    • Cristina Llorente
      Publicado en 07:39h, 22 octubre Responder

      Hola Adela,

      Gracias por tu comentario.

      Es cierto que a veces cuesta cuando se trata de una misma pero seguro seguro que hay “algo”. En ocasiones es más fácil con ayuda de una mirada externa.

      Un abrazo.

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