
Por qué es importante definir el estilo de tu marca y una pista para saber por dónde empezar
Una marca es mucho más que un logotipo y unos colores. Es el estilo de sus imágenes, es su tono de voz, es su forma de relacionarse con el entorno, es su filosofía y su personalidad. El estilo de tu marca es lo que hace que tu comunicación sea única y te ayudará a saber qué decir, pero sobre todo, a saber cómo decirlo. Mantener un estilo de comunicación coherente y consistente hace que tu audiencia te reconozca en cada imagen, en cada vídeo, en cada texto. Dará igual si lo leen en tu blog, si ven una tus publicaciones en redes sociales o si escuchan tu podcast. Sabrán que detrás de ese contenido estáis tu marca y tú. Porque…
La personalidad de tu marca es el estilo de vida de tu negocio.
Definir el estilo de tu marca hará que tenga una personalidad que contribuirá a que sea diferente a las demás. Especial. Reconocible. Y tener una guía de estilo definida tanto a nivel visual como verbal te facilitará mucho mucho el trabajo de comunicación en el día a día. Por eso es importante que al diseñar tu estrategia y definir tu plan de comunicación trabajes también el estilo de tu marca. Te aportará:
Diferenciación.
¿Tu marca tiene un estilo propio? Pues ya es única y diferente a las demás. Porque, de verdad, la comunicación es capaz de dar a tu marca y a tu negocio ese toque único. Pero ojo, que digo propio. Construye tu marca en función de cómo quieres que se perciban tus productos o tus servicios, de las emociones que quieres despertar en tu audiencia, de las necesidades de tu público e incluso de tu propia personalidad. Pero deja que la competencia siga su camino. Está bien que conozcas los negocios de tu sector pero dejarte influenciar demasiado por lo que hacen los demás en este punto solo te llevará a perder la ventaja de construir una marca 100% original.
Ahorro de tiempo.
Te facilitará el día a día. Sí, eso es, la creación de tu marca es otra de esas inversiones iniciales de tiempo y esfuerzo que se verán recompensadas en el trabajo diario de creación de contenidos. La tareas de comunicación de tu negocio ocuparán una buena parte de tu jornada diaria. Es así. Siempre, siempre tendrás que atender la comunicación de tu negocio porque es el camino para estar en contacto con tus clientes. Puedes encargarte tú o puedes delegar esa parte.
De lo que no hay duda, es de que tu comunicación requiere atención todos los días. Crear contenido de valor para tu audiencia, establecer relaciones en redes sociales, responder correos… La lista es larga y puede ser una tarea tediosa o de lo más gratificante. Depende de cómo te lo tomes. Es tu elección si quieres verlo como una carga o como una gran oportunidad para que tu negocio crezca. Te recomiendo la segunda opción. Además, una buena organización y planificación estratégica te llevará a conseguir más como menos.
Pero… ¿Por qué definir el estilo de comunicación de tu marca te ahorra tiempo?
Tener claro cómo quieres comunicar supone tener claro también el tono voz de los mensajes y no dudar a la hora de escribir cualquier texto. Porque sabrás cómo dar forma a cada una de tus palabras. Tener claro el estilo visual de las imágenes y unas plantillas guardadas en el disco duro, en la nube o dónde quieras, listas para actualizarlas para cada post y para cada publicación en tus perfiles. Saber qué tipografía y qué colore utilizar en cada momento. En definitiva, tener las ideas claras y algunas tareas repetitivas automatizadas.
Coherencia.
Aportará coherencia y consistencia a tu marca. Porque la esencia de tu mensaje será la misma en todos los formatos. Tu personalidad de marca se verá reflejada en cada uno de tus contenidos. Siempre que escribas un textos tendrás presentes tus mensajes clave, tus valores y tu filosofía. Y eso quiere decir que tu marca será reconocible allá por donde pase.
Pero, ¿por dónde empezar a definir el estilo visual y el tono de voz de una marca?
En el artículo anterior hablé sobre los cuatro ingredientes de tu negocio que deben estar listos antes de empezar con la comunicación (tu oferta, tu propuesta de valor, tus clientes y tu personalidad de marca). Esos ingredientes son el punto de partida. La personalidad se basa, en parte, en los tres anteriores. Y es lo que marcará la forma en que tu marca será percibida por tu público. Aquí te resumo cómo definir el estilo de tu marca, tanto visual como verbal, en tres pasos.
Fase de investigación (y/o de autoconocimiento).
Para empezar es importante saber lo que se quiere hacer y qué es lo que se quiere conseguir. Es necesario recopilar información y definir los ingredientes clave de tu negocio:
- El cliente al que quieres atraer. Piensa en qué necesidades tiene, qué le preocupa y cómo puedes ayudarle. Observa cómo se comporta y en qué tono habla. Trata de de entenderle para poder diseñar una oferta a su medida. Conocer a tu cliente te permitirá elaborar un mensaje claro y directo; y diseñar una estrategia de comunicación acertada.
- Tus productos o tus servicios. Analiza cómo pueden ayudar a ese cliente. Piensa en los beneficios que aportarán a quien los adquiera. Te permitirá definir los argumentos que utilizarás en tus textos de ventas.
- La propuesta de valor de tu negocio. Destaca la diferencia que hace que tus productos o tus servicios sean únicos. En esa diferencia se basará tu mensaje.
En esta fase es importante también hacer un trabajo de autoconocimiento para ir definiendo los aspectos más abstractos de tu negocio y de tu marca. Sobre todo si tienes una marca personal, la personalidad que adopte estará vinculada a tu propia personalidad. Así que es bueno que dediques un tiempo a la reflexión para saber:
- Cómo quieres que te perciban. Qué imagen quieres que tu público tenga de tu marca. ¿Quieres que te vean como una marca divertida y moderna? ¿Elegante y exclusiva? ¿Rompedora y pionera? Aquí debes tener en cuenta el público al que te diriges y para definir este punto te puede resultar útil revisar los arquetipos de marca.
- Qué emociones quieres despertar. Cómo quieres que se sientan las personas que van a leer tus contenidos. ¿Quieres subirles la energía y las ganas de pasar a la acción? ¿Transmitir calma y tranquilidad? Tener claro este punto y hacer que tus contenidos emocionen te ayudará a conectar con esos clientes que quieres en tu negocio.
- Qué quieres comunicar. Aunque cada contenido que publiques estará centrado en un tema específico, los mensajes clave, los valores y la filosofía de tu marca deben estar presentes en cada publicación. Por eso debes tener claras cuáles son esas ideas principales que quieres que se asocien a tu marca.
- Qué tipo de comunicación quieres realizar. Más personal, más corporativa, más seria… Y algo importante. Hasta dónde te quieres exponer y cómo vas a afrontar ese grado de exposición que te dará la visibilidad.
Fase de definición.
Esta es mi fase favorita. La etapa que te da la oportunidad de modelar los ingredientes a tu antojo y sacar a relucir la creatividad. Es la fase en la que tu marca a coger forma.
Empieza con un poco más de investigación o más bien sigue con el trabajo de autoconocimiento. No olvides pensar en las razones y circunstancias que han hecho llegar hasta donde estás. En cómo ha surgido tu idea, por qué quieres tener este negocio. Cuál ha sido el detonante que te ha llevado a tomar la decisión de emprender. ¿Libertad? ¿Estilo de vida? ¿Vocación?
Puede que tu propia historia sea el mejor argumento de venta.
Definición conceptual.
Imagina cómo quieres que sea la relación con tu público basándote en lo que has observado sobre tu cliente ideal y en cómo son sus conversaciones y el tipo de lenguaje que utiliza. A partir de ahí, comienza la creación de la personalidad de tu marca:
- Cualidades: Define las cualidades de tu marca a partir de adjetivos.
- Valores: Otórgale unos valores acordes con la filosofía de tu negocio.
- El tono de voz: Piensa en cómo quieres comunicar y cómo quieres que sea el trato con tu público. Elige entre el tú y el usted. Y si te dirigirás a tu audiencia en un tono cercano, distante, comercial o si usarás toques de humor.
Definición visual.
Dibuja la personalidad de tu marca y tenla presente siempre.
Una buena herramienta par dibujar la personalidad de la marca y hacerse una idea de lo que se quiere conseguir a nivel visual es el moodboard. Es una recopilación de elementos gráficos (colores, texturas, tipografías, fotografías…) que te sugieren lo que quieres transmitir con tu marca. Puedes crearlo utilizando un cuaderno, un tablero de Pinterest o cualquier otro medio.
A partir de ahí, elige tus propios elementos atendiendo a su significado y a lo que quieres comunicar. Logo, colores, tipografías, formas y estilo de imágenes.
Fase de comunicación.
Traslada la personalidad de tu marca a su imagen visual y a sus palabras. Ten presentes los conceptos que has definido en la fase anterior en todas tus acciones de comunicación para que tu marca sea reconocible en tu web, en tus redes sociales y en cualquier otro canal que utilices para comunicarte con tu público. Es hora de empezar a dejar ver esa personalidad que hace que tu marca sea única.
Es cierto que el estilo y el tono de voz serán los mismos en cada publicación. Esto no quiere decir que tus contenidos vayan a ser monótonos. Siempre hay que tener en cuenta también que hay que adaptarse a las circunstancias y a cada situación. Es diferente hablar sobre una buena noticia que reflexionar sobre algún suceso menos bueno que está sucediendo y que de un modo u otro afecta a tu negocio. Aún así, en todas tus publicaciones habrá un estilo común que te define.
Además, para reforzar esa comunicación de tu valores puedes incluir en tu plan de contenidos algunas publicaciones que los muestren con total transparencia. Por ejemplo, reflexiones sobre aspectos relacionados con tu negocio en las que te posicionas según tus valores, referencias a tu forma de trabajar explicando por qué es así y qué ventajas tiene tanto para ti como para tus clientes o frases propias que lleven a tu público a sacar sus propias conclusiones.
Es el momento de pasar a la acción y concretar en tu plan de comunicación cómo vas a materializar la personalidad de tu marca en cada publicación.
Crea una marca…
Sencilla. Porque las cosas sencillas son más fáciles de construir, de reconocer y de recordar.
Sincera. Porque la marcas sinceras son auténticas. Una comunicación sincera será también una comunicación coherente y te ayudará a conectar con tu público y a cumplir con las expectativas.
Sensacional. Porque las emociones mueven el mundo y la relación con las marcas también se basa en lo que nos hacen sentir.
¿Estás definiendo la personalidad de tu marca? Cuéntame tu experiencia en los comentarios.
Valentina
Publicado en 11:42h, 28 octubreHola Cristina,
enhorabuena por este post! Me ha gustado muchísimo y me parece muy complementario a lo que comparto yo en mi blog, relacionado también con la marca personal, pero desde el punto de vista del diseño gráfico.
Sin duda definir el cliente ideal, tus valores, la forma en la que quieres comunicarte con él, es un trabajo muy intenso que hay que hacer al principio, pero muy muy importante, que merece la pena hacer. Es más bien indispensable para tener un camino trazado, y saber hacía donde dirigirnos con nuestros proyectos.
Me gusta mucho tu blog, y si te apetece ayudar a mis lectoras con algún consejo, estás más que bienvenida a mi blog.
Te sigo la pista! 🙂
Cristina Llorente
Publicado en 12:44h, 28 octubreHola Valentina,
Muchas gracias por tu comentario. Claro, es que está relacionado, tanto la parte visual como la conceptual y los textos deben ir de la mano y transmitir un mismo mensaje. Y para conseguirlo no hay como parase a pensar en lo que se quiere conseguir. Yo defiendo la pareja diseño-contenido en las webs y, por supuesto, la identidad visual también tiene que estar en el mismo pack.
Claro que me apetece ayudar a tus lectoras y además me hace mucha ilusión que me invites a hacerlo. Te escribo un correo y hablamos.
Un abrazo.
Carla
Publicado en 14:28h, 28 octubreChicas! Excelente el post de ambas (Valentina http://valentinamusumeci.com/blog/8-ideas-cuidar-marca-handmade/) Me gustaría conocer su opinión respecto a la protección de las creaciones de las que hablan. Detrás de cada marca, diseño o contenido que se crea hay muchos recursos destinados por los que vale la pena la exclusividad. (¿o, no?)
Desde ya gracias por sus aportes!
Cristina Llorente
Publicado en 17:09h, 28 octubreHola Carla,
Gracias por leernos y comentar. ¿Te refieres a la protección legal de la marca? En ese caso, yo soy partidaria de respetar los derechos de autor siempre. Por otra parte, la marca es un elemento de valor para un negocio y creo que para evitar problemas es conveniente registrar la marca con sus elementos gráficos, o sea, logotipo, colores y tipografías. Aunque en España no es obligatorio hacerlo.
En cuanto a la protección de textos e imágenes, por ejemplo, del blog, bueno, creo que dependiendo de la finalidad de los mismos se debe elegir un tipo de licencia u otro.
Un saludo
Carla
Publicado en 19:03h, 28 octubreGracias por tu respuesta Cristina!
Me ofrece un poco mas de claridad acerca de cómo se percibe la protección de las creaciones. Como bien decís, no es obligatorio pero si es fundamental. El registro de marca (como el deposito en autor o diseño) es lo que otorga al titular la exclusividad sobre su marca. Sin registro no hay exclusividad y sin exclusividad ¿Cuál seria el sentido de realizar todos este trabajo??? ¿Porqué trabajar en construir la marca y luego otro la aproveche? Creo que hay mucha conciencia sobre la importancia de la diferenciación pero hablamos muy poco de la exclusividad.
Cristina Llorente
Publicado en 07:55h, 29 octubreMe alegra que la respuesta te ayude, Carla. Como dices para una marca es importante garantizar su exclusividad. El caso más extremo sería que tuvieses que dejar de usarla. Puede que me hayas dado una idea para otro post, así que gracias.
Un abrazo.